¿CUÁNTO HACE QUE NO TE ESCAPAS UN RATO A DISFRUTAR DE LA NATURALEZA? Para mí debería ser obligatorio hacerlo al menos una vez a la semana…
Hace un tiempo leí un artículo (1) sobre un estudio llevado a cabo por un psicólogo cognitivo, David Strayer. Donde se afirmaba que: PASAR TIEMPO EN LA NATURALEZA ALIVIA EL ESTRÉS.
Estas palabras reafirmaban esa sensación indescriptible que sentimos cuando dejamos de pisar el asfalto por un momento y nos escapamos… al bosque, a la playa, a la montaña. Ese momento en el que PARAMOS UN MOMENTO Y VOLVEMOS A RESPIRAR. ¿No os parece que a veces nos olvidamos de respirar? Me refiero a respirar siendo conscientes de ello, a respirar de una forma más profunda, ruidosa y abriendo el pecho con ganas.
No hace falta demasiado tiempo en un entorno natural para provocar, por ejemplo, una bajada de una de las hormonas relacionadas con el estrés (el cortisol). Sólo son necesarios 15 minutos para que ésta disminuya en un 16%. Pero además, el entorno natural puede ser un “PARQUE”. En Valencia tenemos la suerte de tener el antiguo cauce del río Turia a 5 minutos en casi toda la ciudad y playas increíbles en la misma ciudad… Pero si te organizas bien, puedes pasar momentos inolvidables como el que pasamos este fin de semana haciendo un DEPORTE nuevo para mí: el SUP o Paddle Surf.
Os animo a cambiar la rutina, a escaparos un par de horas, a planificar un fin de semana en la naturaleza, a comer en el parque entre dos turnos laborales, a coger el camino más largo para ir al trabajo pasando por aquel sitio donde los árboles cubren nuestras cabezas… Os animo a hacer EJERCICIO AL AIRE LIBRE. Suele ser más motivante y más fácil que hacerlo en un gimnasio o en una sala. El entorno en este caso, ¡si que es importante! De esta manera conseguiríamos doble beneficio, los que trae aparejados el ejercicio y los que nos aporta la naturaleza.
Siente el aire fresco, CIERRA LOS OJOS MIENTRAS SIENTES EL SOL EN LA CARA, escucha el silencio, escucha tus pasos y tu respiración, piérdete mirando la caída del agua, las nubes, aquella montaña, las ondulaciones en el mar…
No se sabe a ciencia cierta qué es lo que provoca tantos beneficios, pero si podemos afirmar que pasar tiempo en la naturaleza disminuye el estrés, la ansiedad, aleja la depresión y favorece nuestra actividad cognitiva.
Dejemos a nuestro cerebro desconectar, evadirse y recuperarse de la exigencia que nuestro estilo de vida le provocan. Y estoy segura de que serás un poquito más FELIZ o al menos LO ESTARÁS INTENTANDO.