Desde hace unos meses, nos hemos mudado a un pueblo ubicado en la montaña. Huyendo un poco de las prisas y la vida loca que vivíamos en la ciudad. Aunque bueno… mi vida sigue siendo un poco estresante… sólo que ahora tengo mucho más fácil desconectar y salir a la naturaleza.
El pueblo que elegimos es un entorno soñado para cualquier persona a la que le guste la montaña, el senderismo o el trail.
Aunque en algún momento hice mis pinitos en carreras populares de asfalto, nunca había probado el trail running.
Siempre me pareció muy duro y difícil de entrenar (al tener que desplazarme para encontrar desnivel).
Además llevaba bastante tiempo jugando y entrenando para un sólo deporte, EL PÁDEL. complementado por sesiones de fuerza o series para mejorar la condición fisica en pista, pero a eso se limitaba el correr para mí.
Pero oye, me gusta el deporte, me gusta correr, me gusta la montaña y si es tan fácil como salir a la puerta de casa y entrenar… ¡ME LANZO sin más!
Entonces empecé andando, luego andando y trotanto y ahora cada vez tengo que caminar menos para regular mis pulsaciones.
ME SIENTO RARA, TORPE, LENTA. Y a veces siento que se me va a salir el corazón del pecho ¡cuando voy casi andando!
Cuando pasa alguna semana que no puedo salir a entrenar, siento que doy pasos hacia atrás como los cangrejos y es casi como volver a empezar…
Supongo que hace mucho no me pasaba esto. Y cuando uno es primerizo en algo, tiene muchas dudas y comete muchos errores. Pero no me suelo asustar fácil y hacer TRAIL RUNNING me hace sentir bien.
Este año hice mi primera carrera de montaña y pronto se acerca otra. CON GANAS DE PONERME LAS ZAPAS y darlo todo, mejorando las sensaciones de la primera que corrí.
Por aquí una trail runner INEXPERTA.